Las memorias de AniversarioPerú – Parte 7

Si no leíste, aquí están los episodios anteriores:

• Memorias Parte 1.
• Memorias Parte 2.
• Memorias Parte 3.
• Memorias Parte 4.
• Memorias Parte 5.
• Memorias Parte 6.

Refugio El Cedro. Fuente http://www.espejodelperu.com.pe/

Iniciando la búsqueda de becas de postgrado

Pasados los sustos iniciales (ver capítulo anterior) este viaje no resultó tan malo y no hubieron demasiados contratiempos adicionales.

Nos presentamos en la oficina de INRENA para dejar constancia de poseer permiso de colecta de arañas e insectos en el Parque Yanachaga-Chemillén. La jefa del parque nos ayudó bastante al facilitarnos su camioneta 4×4 para cargar los bultos y hacer el ingreso en una zona conocida como el Refugio El Cedro.

Ya teníamos todos los bultos bien acomodados sobre la camioneta pero faltaba un detalle. No había rastro del guardaparque que iba a conducir el vehículo. Los vigilantes de la sede de INRENA me aconsejaron que lo vaya a buscar en la Ferretería Loechle. Solo me dijeron que pregunte por «el choclo».

Tomé mi mototaxi y llegué al toque a la Ferretería Loechle:

– Señora, señora, busco al guardaparque que se le conoce como «el choclo».
– Ah, tú buscas a Claus Loechle. Claussss! acá te buscaannn!

Al rato salió el oxapampino de apelativo «el choclo». Lo saludé y al toque me di cuenta que no le podrían haber puesto mejor apelativo.

«El choclo» tenía una habilidad envidiable para conducir la camioneta sobre un lecho seco de un río, avanzar por suelo pantanoso y sortear rocas y troncos caídos. Avanzaba despacio pero seguro. A pesar que el terreno era horrible daba la impresión que «el choclo» lograba que la camioneta baile ballet sobre los obstáculos. Esto contrastaría bastante cuando, muchos años después, me tocara otro chofer que se metía a lo bestia y logró romper los dos muelles traseros de otra camioneta.

Avanzamos hasta donde se pudo, hasta un punto que queda a una altitud de aproximadamente 1800 metros sobre el nivel del mar. Luego, solo teníamos que cargar todos los bultos hasta el refugio, el cual queda a 2400 msnm.

El refugio era bien básico. Cuatro paredes de tablones de madera, dos ambientes, techo de calamina y amplias ventanas. En lugar de vidrio había malla para evitar la entrada de mosquitos. Ya que no había agua corriente, ni ducha, ni electricidad, ni baño, era imposible bañarse. El chorro agua que bajaba de una quebrada cercana estaba bien helada. Así que tuvimos que pasar 2 semanas sin bañarnos.

Pero valió la pena, los muestreos estuvieron buenos y regresamos con bastante información. El regreso a Lima fue sin contratiempos. Los gringos se regresaron a su país y yo me puse a procesar los datos para avanzar con mi tesis.

A pesar de ser caídos del palto, los gringos eran buena gente. Yo les conté de mi anhelo de hacer un postgrado en el extranjero. Me dijeron que escoger una universidad extranjera no es fácil. No es necesario que la universidad sea del top 10 como Oxford, Cambridge, Harvard, Stanford, etc. Lo importante es que la universidad sea buena y talvez lo más importante es fijarse en quién podría ser mi futuro asesor de una futura tesis de maestría o doctorado.

Pasaron algunos meses y la profa se sienta a mi costado.

– Hola hijito, ya ha pasado más de un año y no terminas la tesis? Qué has estado haciendo? rasking balls?
– No profa, es que la tesis está difícil, pero creo que la tendré lista en cuatro meses.
– Cuatro meses?! Y ya buscaste beca para el extranjero?
– No profa, pero el lunes a primera hora me pongo a buscar beca para maestría.
– Ay hijito. La maestría no vale nada. Los gringos la consideran como un entrenamiento nomás. Si quieres ingresar a la ligas mayores debes hacer de frente el doctorado.
– Eso se puede?
– Claro pes hijito. Además el doctorado en Europa te demorará 4 o 5 años. Si lo haces en EEUU te demorará hasta 7 años. Y aquí en Perú son 2 años de maestría más 2 años de doctorado. Podrás convalidar sin problemas cuando regreses.

Y así fue como inicié la búsqueda de una beca. Este proceso fue de ensayo y error y aprendí bastante de las metidas de patas que cometí. Hubiera querido que alguien con experiencia me hubiera dado algunos tips que tanto necesité en ese momento.

En el próximo capítulo trataré esta etapa. Continuará…

Aquí el siguiente capítulo: Parte 8